jueves, 29 de abril de 2010

Slow ride, take it easy..

Paga el alquiler, o te vas de mi cabeza.



Todos los semanas, todos los días, todas las horas, repiqueteando en mi mente, demasiadas cosas por soltar, demasiadas que me callo. Es porque me he acostumbrado a guardarme, a encerrarme, a echar el cerrojo y y tirar la llave, y ahora que es el momento de soltarlo todo no encuentro el llavero, y al rato ni siquiera me acuerdo de dónde he puesto las ganas.

Sólo por que hay a menudo busco un motivo para escaparme, para desaparecer, ¿acaso es malo buscar la soledad, o incluso la compañía de un amigo?

y me pregunto: ¿Debería rebuscar para encontrar el llavero, o dejarme llevar y olvidar todo?

miércoles, 28 de abril de 2010

Claridad superficial, bruma contenida.

Y si por mi fuera, me iba a una isla desierta con una mochila abierta y vacía, para no llevarme, sino para guardar por el camino. Y entonces me dirías que no, que eso no se puede, que eso no se debe, que tenemos que ser serenos, concentrados, y yo te pregunto: ¿Y si te digo que me acompañes?

Por una vez y por tantas veces, terminas rindiéndote e intentar una solución, o incluso una atisbo de esperanza de arreglar las cosas, de volver a lo de siempre, de hacer las paces, y cuando vas y te pones delante del toro, llega él y en vez de seguirte el juego, o incluso seguirte, llega y se marcha a los burladeros. Eso es lo que hace, burlarse de ti, tomarte por tonto.

Quizás lo que uno descubre después de muchos años, es que da igual del color de que pintes a la gente, o del que te pinten a ti, siempre seremos los mismos peces en la misma pecera, dando vueltas y descubriendo, que seguimos teniendo los mismos miedos que siempre.

Keeo, léeme, sé que entenderás muchas cosas.